Como seres humanos, estamos en constante aprendizaje y crecimiento. Nos demos cuenta o no, siempre estamos adquiriendo nuevos conocimientos y habilidades, y adaptándonos al mundo que nos rodea. Sin embargo, no todo aprendizaje es igual, y algunos métodos son más efectivos que otros. Además, el aprendizaje por sí solo no nos hará crecer y transformarnos. También debemos trasladar los aprendizajes adquiridos a nuestra realidad específica, aplicarlos y practicar su aplicación hasta que se conviertan en parte de nuestra forma de actuar. Al comprender las cuatro etapas del aprendizaje, también conocidas como las cuatro etapas de la competencia, podemos desarrollar un enfoque más eficaz para el crecimiento y el desarrollo personal.
Existe cierto debate entre académicos y profesionales sobre el verdadero origen del modelo de las cuatro etapas del aprendizaje. Algunos lo atribuyen a Abraham Maslow, pero otros afirman que las cuatro etapas del aprendizaje fueron introducidas por Noel Burch en la década de 1970; sin embargo, hay evidencia de que el modelo fue utilizado por primera vez por Martin M. Broadwell en 1969 en un artículo en el que explicaba la práctica de “enseñar para aprender” utilizando el modelo de la competencia. A pesar de su antigüedad, este modelo sigue siendo relevante y ampliamente utilizado en la actualidad porque proporciona un marco claro para comprender cómo aprendemos y desarrollamos nuevas habilidades.
En los últimos años, los avances en neurociencia han confirmado la validez del modelo al demostrar cómo nuestro cerebro forma nuevas vías neuronales durante el proceso de aprendizaje. Además, cada vez se reconoce más la importancia de la autoconciencia y la práctica reflexiva para un aprendizaje eficaz. Las cuatro etapas del aprendizaje proporcionan una herramienta útil para evaluar nuestro propio aprendizaje y crecimiento, y para ser más conscientes de nosotros mismos en nuestro camino de aprendizaje.
Los estudiantes se encontrarán en 1 de 4 etapas a medida que transitan el viaje de aprendizaje: incompetencia inconsciente, incompetencia consciente, competencia consciente o competencia inconsciente.
Las cuatro etapas del aprendizaje
Etapa 1: Incompetencia inconsciente
La primera etapa del aprendizaje se conoce como incompetencia inconsciente. En esta etapa, no somos conscientes de nuestra propia falta de conocimientos o habilidades. Es posible que ni siquiera nos demos cuenta de que hay algo que debemos aprender o mejorar. Esto puede llevarnos a la autocomplacencia y a la falta de motivación para cambiar. Para avanzar a la siguiente etapa, debemos reconocer que existe una brecha en nuestros conocimientos o habilidades.
Etapa 2: Incompetencia Consciente
La segunda etapa del aprendizaje es la incompetencia consciente. En esta etapa, nos damos cuenta de nuestra propia falta de conocimientos o habilidades, pero aún no somos competentes en la conducta o habilidad deseada. Esta puede ser una etapa frustrante, ya que podemos sentirnos abrumados o desanimados por nuestra falta de progreso. Sin embargo, es importante recordar que esta etapa es una parte esencial del proceso de aprendizaje. Al reconocer nuestras debilidades, podemos comenzar a tomar medidas para mejorar y desarrollar nuestras habilidades.
Etapa 3: Competencia Consciente
La tercera etapa del aprendizaje es la competencia consciente. En esta etapa, hemos desarrollado las habilidades o los conocimientos necesarios, pero aún debemos concentrarnos conscientemente en aplicarlos. Esto puede requerir mucho esfuerzo y atención, ya que es posible que tengamos que dividir la conducta o la habilidad en pasos más pequeños y manejables. Con la práctica, podemos desarrollar gradualmente un proceso más automático y eficiente para aplicar la habilidad o la conducta.
Etapa 4: Competencia inconsciente
La cuarta y última etapa del aprendizaje es la competencia inconsciente. En esta etapa, la habilidad o conducta se ha convertido en algo natural y podemos llevarla a cabo sin esfuerzo ni atención conscientes. Esta etapa representa el dominio y la maestría y puede ser una experiencia muy gratificante. Sin embargo, es importante recordar que incluso en esta etapa, siempre hay margen para mejorar y crecer.
Aplicando las 4 etapas del aprendizaje en el desarrollo y el crecimiento personal
Si comprendemos las cuatro etapas del aprendizaje, podremos desarrollar un enfoque más eficaz para el crecimiento y el desarrollo personal. A continuación, se ofrecen algunos consejos para cada etapa:
· Incompetencia inconsciente: Mantente abierto a la retroalimentación y a la autorreflexión. Busca áreas en las que puedas necesitar mejorar y mantente dispuesto a pedir ayuda cuando sea necesario.
· Incompetencia consciente: Establece metas alcanzables y divide la conducta o habilidad deseada en pasos más pequeños. Celebra las pequeñas victorias en el camino y se paciente contigo mism@ mientras aprendes y creces.
· Competencia consciente: ¡practica, practica y practica! Concéntrate en aplicar la habilidad o el comportamiento en una variedad de situaciones y busca oportunidades para recibir retroalimentación y refinar tu enfoque.
· Competencia inconsciente: busca formas de seguir desafiándote a tí mism@ y de mejorar. Busca oportunidades de crecimiento y desarrollo y mantente dispuesto a asumir riesgos y probar cosas nuevas.
Conclusión
Las cuatro etapas del aprendizaje brindan un marco poderoso para el crecimiento y el desarrollo personal. Al comprender estas etapas y aplicarlas a nuestras propias vidas, podemos convertirnos en estudiantes más eficaces y generar cambios duraderos en nuestras conductas y hábitos. Ya sea que busquemos desarrollar nuevas habilidades, superar malos hábitos o simplemente crecer como individuos, las cuatro etapas del aprendizaje pueden ayudarnos a lograr nuestras metas y alcanzar nuestro máximo potencial.
